Todo el mundo es consciente de que la contabilidad, tanto en el aspecto doméstico como en el empresarial, es fundamental para llevar un control de los gastos. El dinero que se tiene disponible más allá de los aspectos generales que aporta, para el empresario, tiene muchas más funciones.
Empecemos por el empresario emprendedor que quiere abrir su nuevo negocio. Su objetivo es obtener beneficios e intentar incrementarlos con el paso del tiempo, para eso invierte, por tanto, además de los conocimientos de administración, marketing, gestión del personal… debe tenerlos también de contabilidad.
Dicho esto, es importante vender, pero tener información de la situación de la empresa lo es aun más; ya que a veces incrementar las ventas puede estar acarreando problemas para financiarlas.
Por otro lado, sirve para anticiparse estimando las posibles deudas futuras, para pagar las deudas con recursos propios, sin tener que recurrir a financiación externa o para tener siempre un margen sobre ventas deseado. Cuantas menos situaciones imprevistas surjan mejor para evitar disgustos.
Pensando en el día a día, algo tan obvio como emitir facturas u obtener las facturas recibidas en la forma correcta para la gestión de las mismas, no lo es tanto… el IVA es uno de los impuestos que suele causar falta de liquidez, bien porque no se ha previsto correctamente al no llevar suficiente control, bien porque las facturas recibidas no cumplen los requisitos para poder ser deducidas y, por tanto, el IVA arrojará un saldo a ingresar.
Con la anterior premisa, además de evitar gastos innecesarios, lo que se debe intentar es mostrar una imagen fiel, porque el emprendedor que quiere crecer necesita mostrar esta información y cuanto más fidedigna sea, más fácil será asesorarle sobre las decisiones que tiene que tomar, además de dar una imagen impecable a posibles inversores, proveedores y clientes.
Información: la pieza clave en la actualidad en absolutamente todos los ámbitos, uno de los pilares del cambio social. Engloba a los dos siguientes conceptos:
·Anticipación: a nadie le gusta recibir malas noticias, pero si estas son irremediables mejor estar preparado para combatirlas.
·Imagen fiel: no solo por los motivos anteriores, también para evitar sanciones.
Finalizo como he empezado, no solo se debe tener la idea de que es importante, sino que es una parte fundamental de una empresa.
Eduardo González
Área de Economía y contabilidad